Idioma
Desde la RIDHE hacemos un llamado urgente a la solidaridad y al compromiso con los derechos humanos. Como parte de nuestro Programa de Asistencia Humanitaria, acompañamos a personas migrantes y refugiadas —incluidas personas indígenas— que enfrentan múltiples formas de exclusión y vulnerabilidad.
📍 Hoy visibilizamos un caso crítico:
Una mujer miskita, solicitante de refugio, se encuentra en una situación límite. Tras una emergencia médica, fue ingresada en cuidados intensivos. Aunque está en proceso de recuperación, su salud sigue siendo delicada.
⚠ Necesita con urgencia un lugar habitable, con luz, agua potable y libre de humedad. Actualmente, no cuenta con un espacio seguro donde vivir, lo que pone en riesgo su recuperación y su integridad física.
🔻 La comunidad miskita ha sido históricamente marginada y desplazada. En el exilio, su situación se agrava aún más.
💥 Tu apoyo puede marcar la diferencia. Reinita Seferino necesita recaudar fondos con urgencia para alquilar un espacio seguro y digno donde pueda continuar su recuperación.
📢 Si no puedes colaborar económicamente, ayúdanos compartiendo esta publicación. Toda ayuda suma.
CONTEXTO
La comunidad miskita de Nicaragua enfrenta una situación crítica que ha obligado a muchos de sus miembros, especialmente mujeres y niñas, a buscar refugio en Costa Rica. Este desplazamiento forzado se debe a una combinación de factores estructurales y emergentes que amenazan su seguridad, derechos y supervivencia. Desde 2018, la región de la Costa Caribe Norte de Nicaragua, hogar ancestral del pueblo miskito, ha sido escenario de una intensificación de la violencia y represión. Colonos han invadido sistemáticamente territorios indígenas, cometiendo actos de violencia que incluyen asesinatos, secuestros y agresiones sexuales. Las niñas y adolescentes son particularmente vulnerables, siendo víctimas de coerción, abuso y explotación sexual. La impunidad prevalece, ya que las autoridades nicaragüenses no solo omiten proteger a estas comunidades, sino que en ocasiones persiguen a los propios líderes indígenas que denuncian estos crímenes.
Además, la pobreza estructural y el abandono histórico por parte del Estado han exacerbado la situación, dejando a las comunidades miskitas sin acceso a servicios básicos y en condiciones de extrema vulnerabilidad. La combinación de violencia, represión política y despojo territorial ha llevado a un aumento significativo en el número de desplazados que buscan seguridad en países vecinos, siendo Costa Rica uno de los principales destinos.
A pesar de que Costa Rica cuenta con un marco legal que protege a las personas refugiadas y migrantes, en la práctica, las personas miskitas enfrentan múltiples desafíos para integrarse en la sociedad costarricense. La regularización de su estatus migratorio es un proceso complejo y lento, lo que limita su acceso a servicios esenciales como salud, educación y empleo. Muchas mujeres miskitas, al llegar al país, se encuentran en situación de irregularidad, lo que las expone a condiciones laborales precarias y a la explotación. La inseguridad económica y la discriminación estructural agravan su situación, dejándolas en un estado de precariedad y vulnerabilidad.
¿Cómo puedo ayudar?
Sinpe Móvil: Envía “SOS” al 8992 1779
📢 PayPal: Haz tu donación en el siguiente botón:
Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los Términos de servicio de Google.