San José, Costa Rica, 06/02/2025 - En el marco de su primera gira oficial por Centroamérica y el Caribe, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, visitó Costa Rica con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales y abordar temas de seguridad y cooperación económica. Sin embargo, su discurso se centró principalmente en la crisis migratoria en la región, atribuyéndola a las políticas de los gobiernos de Nicaragua, Venezuela y Cuba.
Desde la perspectiva de la Red Internacional de Derechos Humanos Europa (RIDHE), la migración forzada en América Latina responde a una combinación de factores estructurales, incluyendo desigualdades económicas, violencia, persecución política y colapso de los sistemas democráticos, lo que hace fundamental abordar las políticas migratorias restrictivas de Estados Unidos, que han incrementado la vulnerabilidad de miles de personas en movilidad.
Costa Rica ha sido históricamente un país de acogida y tránsito para poblaciones migrantes, especialmente nicaragüenses que huyen de la represión política y la crisis económica. Las recientes declaraciones de Rubio, que minimizan el papel de Estados Unidos en la crisis migratoria regional, generan preocupaciones entre los expertos de derechos humanos. La criminalización de la migración y la falta de un enfoque basado en derechos humanos exacerba las condiciones de riesgo y exclusión de las personas migrantes y solicitantes de asilo.
Por su parte, el gobierno de Nicaragua respondió a las declaraciones del Secretario de Estado con un discurso que rechaza cualquier injerencia extranjera. Sin embargo, este rechazo no debe desviar la atención de la grave situación de derechos humanos en el país, donde se han documentado detenciones arbitrarias, represión contra opositores y restricciones a la libertad de expresión.
La RIDHE considera que comunidad internacional debe promover una respuesta integral a la crisis migratoria, basada en la protección de los derechos de las personas desplazadas y en la generación de protección y soluciones duraderas e innovadoras. Asimismo, apela a los Estados para que eviten discursos xenófobos que politicen la migración y en su lugar trabajen por soluciones coordinadas que atiendan las causas estructurales del desplazamiento forzado en la región.