RIDHE alerta sobre la grave situación que enfrentan las ONG en Venezuela debido a restricciones gubernamentales y la suspensión de financiamiento internacional, especialmente tras la reevaluación de la ayuda exterior por parte de EE.UU. Esta medida afecta la continuidad de proyectos esenciales en derechos humanos, democracia y asistencia a grupos vulnerables.
La reciente "ley anti-ONG" aprobada en Venezuela agrava la crisis, al imponer un control estatal que limita severamente la labor de estas organizaciones. La combinación de estos factores amenaza con desmantelar el espacio cívico y debilitar la lucha por los derechos humanos en el país.