Octubre 2024

Enfrentando adversidades: Jóvenes estudiantes nicas en el exilio inician su formación académica desde la dignidad 

El programa Educación en Emergencia de RIDHE comparte sus memorias que despliegan un tapiz de historias, sueños y luchas.

Con un tapiz de historias, sueños y luchas que son la esencia misma del espíritu humano, la Red Internacional de Derechos Humanos Europa (RIDHE) reúne las voces y los testimonios de jóvenes valientes, quienes han enfrentado el exilio forzado, la incertidumbre y la adversidad con una determinación inquebrantable.

Se trata de crónicas de aquellos que han encontrado luz en medio de la oscuridad, gracias a un faro de esperanza: el programa de educación en emergencia para jóvenes en situación de exilio forzado, que ha beneficiado y restaurado el derecho a la educación a 160 jóvenes nicaragüenses. 

Según explicaron, desde su inicio, este programa ha sido más que una iniciativa educativa, logrando un compromiso, un pacto irrompible con la juventud desplazada, una promesa de dignidad y un futuro mejor. 

“Estaba ansiosa por adquirir más conocimientos y habilidades, para enfrentarse mejor a los desafíos del mundo laboral, pero primero debía anteponer necesidades financieras que parecían infinitas y con esto, el acceso a la educación superior parecía estar fuera de mi alcance. Cuando recibí la noticia de que había sido seleccionada para el programa de becas de RIDHE, sentí una mezcla de emociones, pero, sobre todo, profunda determinación”, indicó Amy Chávez, joven nicaragüense becaria que se formó en administración de negocios con enfoque en recursos humanos.

Con un enfoque integral,  RIDHE a través de su programa de Educación en Emergencia, se ha dedicado no sólo a proporcionar conocimientos académicos, sino también a ofrecer un refugio seguro, apoyo emocional y oportunidades de desarrollo personal y profesional. 

“Cada becario/a aquí presente es una prueba viviente de la capacidad humana para superar las circunstancias más desafiantes. Vuestras historias son testimonios de resiliencia, coraje y perseverancia”, señaló la directora de RIDHE, Electra Lagos, que además indicó que es necesario la esperanza y la renovación de las y los jóvenes.

“Cada becario/a aquí presente es una prueba vivente de la capacidad humana para superar las circunstancias más desafiantes...

Las y los estudiantes nicaragüenses beneficiarios están entre los 16 y 40 años y se encuentran dentro del territorio como también en el exilio en Costa Rica. El programa busca también colaborar con la construcción del perfil profesional y académico de los becarios, según se conoció las áreas académicas en las que se encuentran matriculados las y los seleccionados en Costa Rica están el arte, la salud, ingeniería, leyes, ciencias económicas, sociales y política en al menos 10 universidaes.

Para Angel Martinez, es  importante mencionar la visión humanista del programa, ya que vela por las necesidades de las personas más vulnerables.

“Eso muy solidario por parte de la organización, se demuestra con el apoyo psicológico, priorizando nuestra salud mental como becarios, que en lo personal me ha ayudado mucho; se nota el compromiso social que tiene la organización con este programa y por eso estoy agradecido, muy buena iniciativa”, indicó el estudiante que se está formando en ingeniería mecánica desde el exilio.

La directora de RIDHE dejó un mensaje importante para las y los estudiantes:

“No están solos. A pesar de las dificultades que enfrentan, recuerden que la educación es un derecho inalienable que nadie puede arrebatarles. Cada página que estudian, cada habilidad que adquieren es un paso más hacia la realización de sus sueños y la construcción de un mundo mejor”, finalizó.